martes, 14 de abril de 2009

Honduras: Educación de adultos y formación profesional

En Honduras, el Programa de Educación para el Trabajo (POCET) constituye un ejemplo centroamericano de ese acercamiento entre los sistemas educativos regulares, y especialmente el de la educación de adultos y la formación en una perspectiva de educación a lo largo de la vida. Se trata de una de las primeras y más ricas experiencias de integración entre tradiciones históricamente poco vinculadas y, a la vez, una experiencia de diálogo de dichas tradiciones con los nuevos debates y paradigmas que han involucrado transversalmente a las esferas de la educación y de la formación profesional, dentro de lo cual cabe resaltar muy especialmente las nuevas ideas en torno a una educación/formación permanentes o a lo largo de la vida. Se ha producido en este caso un acción integrada entre la Secretaría de Educación Pública, de Honduras, y el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), incorporando a la vez enfoques metodológicos que las más de las veces sólo es posible hallar entre las organizaciones no gubernamentales.
En tal sentido, el programa POCET es un referente central para toda una tradición formada en torno a los principios de la educación de adultos, con su impronta asistencialista y orientada a la alfabetización. POCET marcó un camino hacia la integración de los aportes que en su momento realizaron todos aquellos vinculados con diversas formas de educación popular, con otras corrientes –como la de la formación profesional- con larga experiencia en materia de educación para el trabajo productivo. Estas últimas, también sumidas en profundos debates a resultas tanto de la emergencia de los nuevos paradigmas de la producción y el trabajo y los cambios en los mercados de empleo, como de la persistencia de grupos y de sectores que padecen situaciones de exclusión.

Aplican en Honduras sistema cubano contra analfabetismo

Las autoridades educativas de Honduras instalaron este viernes un congreso sobre el combate del analfabetismo mediante la aplicación de un programa de Cuba, por lo cual participan autoridades de ese país caribeño."Tenemos 115.000 compatriotas (en el programa) en edades de 15 a 75 y 80 años y los testimonios que ellos nos han compartido son muy valiosos, por ejemplo, personas que dicen que se sienten con más autoestima, más seguras de sí mismas", expresó el ministro de Educación, al destacar la importancia del encuentro.El llamado Primer Encuentro de Alfabetización, que durará una semana, se instaló en la sede del INICE, sur de Tegucigalpa, con la participación del viceministro de Formación Pedagógica de Cuba, Rolando Forneiro, y unas 400 personas entre autoridades, maestros, alfabetizadores y alfabetizados.En 2005 Honduras registraba una índice de analfabetismo del 18% y se ha reducido a 16% por la ayuda de Cuba con su programa "Yo sí puedo".Sesenta asesores cubanos trabajan en diferentes zonas de Honduras, especialmente las más postergadas, capacitando a 2.500 profesores y voluntarios hondureños y trabajando directamente con personas analfabetas.El programa permite que en tres meses los beneficiarios aprendan a leer y escribir y a dominar las cuatro operaciones básicas de la Matemáticas: sumar, restar, dividir y multiplicar.Puerto Cortés, situado a 300 km al norte de la capital, es el primero de los 298 municipios de Honduras que fue declarado "libre de analfabetismo" mediante la aplicación del modelo cubano.Durante el Congreso se harán presentaciones de beneficiarios de los programas y se seleccionarán las seis mejores para que participen en un congreso iberoamericano de alfabetización que se llevará a cabo el 9 de junio en Cuba."Hay personas que dicen que ahora disfrutan leer la Biblia, que no se pierden en las grandes ciudades porque pueden leer los rótulos, que no se sienten engañados cuando les dan un vuelto en una pulpería"."Nos imaginamos la gran emoción que va sintiendo una persona a medida que va aprendiendo a leer y a escribir: casi podríamos decir que es la misma emoción que siente una persona que ha vivido en la ceguera y que de pronto puede ver la luz del día", subrayó el ministro.

Indice de analfabetismo se redujo en un 2%

Esperan que las cifras sigan bajando a quizás un medio por ciento más, para que este año se reporte que el analfabetismo en Honduras es del 16 por cientoEl ministro de Educación Marlon Brevé, informó que el índice de analfabetismo se logró reducir en un dos por ciento en los últimos dos años, sin embargo 750 mil jóvenes todavía no saben leer ni escribir.
“Tenemos datos que indican que al inicio de nuestro Gobierno la tasa de analfabetismo era de un 18.5 por ciento y hemos bajado dos puntos porcentuales en dos años”, reiteró.En ese sentido, expresó que esperan que las cifras sigan bajando a quizás un medio por ciento más, para que este año se reporte que el analfabetismo en Honduras es del 16 por ciento.

Ese porcentaje en comparación con más de 18 que era en el 2005 es un avance, pero implica que un 16 por ciento de los hondureños con edades mayores de 15 años todavía no saben leer y escribir”, indicó.Además, agregó que se esta trabajando en una nueva estrategia que es el Programa Nacional de Alfabetización que ha sido rebautizado con el nombre de José Antonio Domínguez, que está a punto de arrancar con el apoyo de 120 asesores cubanos que están capacitando a los docentes.Al respecto el funcionario, señaló que con este programa pretenden declarar a Honduras libre del analfabetismo antes de que termine este Gobierno.

$10 millones de la ALBA para erradicar analfabetismo


El gobierno de Venezuela ratificó a Honduras una donación de 10 millones dólares (190 millones de lempiras) bajo al Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) para completar el financiamiento del plan contra el analfabetismo que persigue declarar al país libre de ese flagelo en enero del 2010, confirmó el ministro de Educación, Marlon Brevé.
Lo anterior fue confirmado en el marco de la primera reunión de ministros de Educación de los países que integran la ALBA, celebrada recientemente en la Isla Margarita (en el Caribe de Venezuela) y la que asistieron representantes de Bolivia, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica y el país anfitrión.
Los fondos están siendo gestionados por la misión diplomática hondureña acreditada en Caracas, para transferirlos a una cuenta especial del Banco Central de Honduras (BCH), dijo Brevé.
La donación había sido anunciada el año pasado y a partir de entonces se desembolsaron los primeros 20 millones de lempiras para financiar el programa de alfabetización denominado “Yo sí puedo”, asesorado por expertos cubanos en el ramo. “La erradicación del analfabetismo es uno de los principales legados que el Presidente Manuel Zelaya Rosales piensa dejarle al país. En ese sentido esperamos que en enero del 27 de enero cuando el Presidente entregue la banda también declaremos el país libre de este flagelo”
Bajo el programa “Yo sí puedo” fueron alfabetizados 250 mil hondureños en los últimos tres años, bajando el analfabetismo de 18.5 por ciento al 16 por ciento. La meta es 4 por ciento, el rango promedio que exige la Unesco para declarar un país libre de este flagelo.
Alrededor de 750 mil hondureños no saben leer ni escribir, pero el ministro aseguró que la meta puede ser lograda con los recursos disponibles, además de la capacitación, con ayuda de los asesores cubanos, a unos 200 mil voluntarios, que a su vez atenderían a grupos analfabetas de igual cantidad para enseñarles a leer y escribir en tres meses.
Brevé explicó que los países de la ALBA están libres del analfabetismo con excepción de Honduras y Nicaragua, aunque este vecino país hará su declaratoria oficial el próximo 19 de julio en el marco del aniversario de la Revolución Sandinista.
El funcionario reiteró que Honduras marcha en esa ruta aceleradamente tanto así que el próximo 17 de abril se oficializará a los primeros ocho municipios alfabetizados aunque no precisó los nombres.
Los ministros del ramo en el marco de la primera reunión de secretarios de Educación de los países que integran la ALBA, celebrada recientemente en la Isla Margarita.
En la reunión de ministros se planteó también la necesidad de un plan de post alfabetización para darle seguimiento al programa “Yo sí puedo”. En ese sentido, se celebrará una próxima reunión para presentar el siguiente plan denominado “Yo sí puedo seguir”, mismo que será evaluado para poderlo adaptar a Honduras.
Brevé dijo que los programas alternos de escolarización que existen en el país tienen una duración de cuatro a cinco para el sexto grado, pero el “Yo sí puedo seguir” podría hacerse en dos o tres años.
Los acuerdos de la primera reunión de ministros del ALBA incluye asimismo una reforma curricular, respetando el principio de soberanía de los pueblos, para introducir en las ciencias sociales, además del énfasis en la identidad nacional, diversidad étnica, valores culturales y principios morales, los valores que se pregonan en la ALBA como la solidaridad, el apoyo mutuo y la cooperación. “Creo que es importante ver esta perspectiva porque lo importante es ver la crisis de valores que afecta el mundo y humanizar la educación”, dijo.En el evento se habló también de una educación integral, capacitación docente en el nivel universitario, el uso de herramientas tecnológicas en el proceso enseñanza aprendizaje. “Creo que hay aprovechar estas oportunidades y la experiencia de otros países que son ejemplo en educación”

Honduras podrá eliminar analfabetismo en 2015

Con la aplicación del método cubano Yo sí Puedo y proyectos de instituciones locales hondureñas, el analfabetismo puede erradicarse en el país para el 2015, afirmó hoy el analista Ramón Salgado.
De acuerdo con Salgado, la mayor parte de la población analfabeta hondureña es la adulta mayor, por lo que considera que es válido apoyar los proyectos educativos que el gobierno impulsa con la ayuda de Cuba y de otros cooperantes.
El analista destacó el reconocimiento que tiene el sistema educativo cubano Yo Sí Puedo por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Ese método, en los últimos cuatro años, se ha aplicado con éxito en más de 15 países de América Latina, Caribe, Oceanía y Africa y ha contribuido en ese período a que más de dos millones de personas aprendieran a leer y escribir.
Salgado también recomendó incluir a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y la Universidad Pedagógica Francisco Morazán a través de sus diferentes proyectos de trabajo educativo social en los planes de alfabetización.
Explicó que se trata de un grave problema que necesita de una cruzada nacional, en el que tienen que involucrarse diferentes sectores para eliminar el analfabetismo.
Datos de Naciones Unidas indican que el sistema educacional de Honduras es el más atrasado de América Central, pues 32 de cada 100 estudiantes logran terminar la primaria sin repetir grados.
En este país hay más de 900 mil analfabetos, de los cuales más de la mitad tiene entre 15 y 24 años.
En los sectores indígenas del occidente el analfabetismo supera 90 por ciento, aunque se ha logrado alfabetizar a unos mil lencas con el programa cubano, según datos oficiales.

Educación en Honduras





El sistema educacional de Honduras es el más atrasado de Centroamérica pues apenas 32 de cada 100 estudiantes logran terminar la primaria sin repetir grados, indican estadísticas de Naciones Unidas. Datos del Programa para el Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (PNUD) revelan hoy, además, que el 51% de los matriculados termina la primaria con un promedio de 9,4 años y que los niveles de deserción escolar cada vez son más elevados. El más agudo problema es que el sistema educacional básico sólo cubre al 86,5% de quienes están en edad escolar, mientras el 13,5% restante no puede acceder a la enseñanza. Aunque la Constitución hondureña estipula de modo formal que los menores deben ser atendidos por los servicios educativos, muchos arriban a la mayoría de edad analfabetos, mientras el Estado trata de justificarse con la insuficiencia de los recursos a su alcance. El analfabetismo abarca a más de medio millón de personas en este país, es decir, casi el equivalente de toda la población mayor de 15 y menor de 40 años. Las fuentes agregan que el problema se agudiza ante la escasez de recursos públicos y una insuficiente y poco equitativa oferta en el orden educacional, tanto en cantidad como en calidad. También la necesidad de mejorar los ingresos familiares obliga a muchos niños a dejar la escuela para dedicarse al trabajo, generalmente de forma permanente. A esto se une el bajo nivel educativo alcanzado por muchos padres, por similares razones, y las condiciones precarias en que vive más del 80% de los hondureños. En 10 de los 18 departamentos en que se encuentra dividido este país, el segundo más depauperado de Centroamérica, más del nueve por ciento de los estudiantes se ven precisados a repetir grados. Las cifras acumuladas por el ministerio del ramo reflejan que ningún departamento de Honduras alcanza, como promedio, los seis años mínimos de educación primaria. Según datos recientes de indicadores de eficiencia educativa, por cada mil alumnos matriculados en el primer grado en 1990, sólo 292 (29%) completaron la escuela primaria en seis años y 468, es decir, un 46%, no lograron llegar al final. Mucho más preocupante resulta el panorama universitario, en el cual la tasa de aprobados no logra sobrepasar el 20%, incluso, en centros como la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Al ritmo que marcha el sistema educacional en este territorio, bajo la administración del presidente Ricardo Maduro, resultarían necesarios 23 años al menos para lograr un acceso a la escuela similar al registrado en naciones del área como Costa Rica y Panamá. Evaluaciones realizadas por organismos internacionales denuncian el atraso de la inversión estatal en el sector con respecto a la mayoría de los paîses de la región y que el modelo educativo vigente desde hace más de una década en Honduras ha llegado a sus límites.